Soñar con ángeles es algo más frecuente de lo que podemos pensar a primera vista. Es cierto que a lo mejor no tenemos sueños como el que tuvo Jacob, pero seguro que en cuanto leas este artículo vas a caer en cuenta de que muchas veces tus sueños escondían personajes celestiales que quizás pasaste por alto.

Jacob pasó la noche a cielo raso en un lugar cercano a la ciudad de Luz, mientras iba de camino a Jarán. Usando una piedra como almohada (qué curioso que el libro de Génesis incluya ese detalle, ¿no crees?), Jacob durmió y soñó que había una escalinata que unía el cielo y la tierra y por la cual subían y bajaban los ángeles de Dios. Él estaba de pie junto al Señor, el cual le prometió esa tierra en heredad. 

Realmente el sueño parece más una visión de una realidad espiritual que un mensaje que necesita interpretación. Y es que, a veces, los sueños son portales interdimensionales que nos dejan ver la realidad del mundo que nuestros ojos físicos no suelen ver. 

Seguro que el texto que narra este acontecimiento no te es ajeno, pero me pregunto ¿cómo te lo imaginas en tu mente?, ¿Qué es lo que vio Jacob para saber que los que subían y bajaban eran ángeles y que quien le hablaba era Dios mismo? Quizás encontremos una pista en el comentario que nos relata lo que hizo al despertar; “con mucho temor (y tuvo miedo), añadió “¡qué asombroso (imponente) es este lugar!… ¡Es la puerta del cielo!”

El sentimiento de asombro y el temor que sintió al despertar (pero no en el sueño) quizás fue lo que le hizo entender lo que había soñado. Realmente no podemos saber si mientras soñaba él ya reconoció a los ángeles o si los reconoció después, tras despertar. A fin de cuentas, nosotros leemos la versión relatada tras el evento y no realmente lo que pasó tal cual. Por eso es bueno leer este relato poniéndonos en el lugar de Jacob e intentar imaginar cómo vivió esa experiencia en primera persona.

Yo creo que Jacob no reconoció a los ángeles en el sueño y que seguramente vio personas que subían y bajaban por la escalera. ¿Era un fluir constante de gente subiendo por la derecha y bajando por la izquierda o se esperaban por turnos porque no había espacio para más de un cuerpo? Usar nuestra imaginación para visualizar esta historia es un buen ejercicio para hacer espacio en nuestra mente a lo sobrenatural.

Creo, por mi propia experiencia, que Jacob no los reconoció. Los ángeles con frecuencia se disfrazan; adoptan formas humanas para relacionarse con nosotros. ¿Por qué hacen esto? Pues quizás no quieren asustarnos o a lo mejor quieren pasar desapercibidos. El caso es que incluso en sueños es posible que se revistan de cuerpo humano para aparecer en ellos sin dar la nota.

Cuando aparecen en sueños pueden presentarse en forma de grupo, pero sin que puedas ponerle cara a ninguno de los integrantes. Entonces, ¿cómo sabemos que son ángeles?  Se les puede reconocer por su cometido en el sueño ya que su presencia va ligada a prestar un servicio, dar un mensaje, ofrecer ayuda, proveer una solución o un recurso, ofrecer protección o guía, etc. En mis sueños he visto ángeles haciendo un montón de cosas, desde esquiar, a montarse en un tren conmigo o parar el tráfico para que yo pudiera hacer las maniobras necesarias con mi coche, pero la imagen que más me gusta es la de los ángeles policías velando por mi seguridad. 

Como Jacob, cuando cuento mis experiencias con los ángeles parece que todo era súper claro y que desde el primer momento fui consciente de lo que estaba pasando; nada más lejos de la realidad. Lo cierto es que entendí que había interactuado con ángeles pasado un tiempo de reflexión.

Por eso te animo a prestar atención a tus sueños y en especial a los sueños en los que una compañía de personas cuyas caras no recuerdas te acompañan y te protegen o guian; el mensaje subyacente es “el cielo está de tu parte”.