Los sueños nos ayudan a crecer

Los sueños nos ayudan a crecer

La mayoría de mis sueños son los sueños normales que todos tenemos; una mezcla de temas del alma con cosas que el espíritu nos quiere revelar bien para que nos relajemos y sepamos que Él está al corriente, o para que cambiemos nuestra perspectiva, o incluso para darnos la solución que nuestro corazón tanto anhela.

Lo cierto es que hay muchos tipos de sueños si los clasificamos según el propósito con el que nos son enviados. Pero el sueño que tuve hace poco fue un sueño para el que he tenido que crear una nueva categoría. Y al hacerlo he caído en la cuenta de que a lo largo de los años que llevo prestando atención a mis sueños y valorando el mensaje que esconden, mis sueños han ido “progresando”, si es que se puede decir así.

En cierto modo, a través de sueños el Espíritu ha ido sanando las heridas de mi alma; sus mensajes de amor incondicional y de aceptación total han ido transformando mi interior permitiendo que mi verdadero yo saliera a la luz. Conforme he ido creyendo cada uno de sus mensajes, mi vida espiritual se ha ido fortaleciendo y mis sueños han ido cambiando.

Releyendo mi diario de sueños puedo observar que he pasado etapas de mi vida, creo que como la mayoría de nosotros, en las que tenía sueños recurrentes o sueños que se referían al mismo tema, aunque el argumento y el escenario variaban. Dios estaba tratando conmigo para que pudiera sanar y avanzar. Lo que hice con esos sueños fue buscar tiempo a solas con Él para que me mostrara en qué forma de pensar yo no estaba operando en la Verdad. La Verdad es Jesús mismo, es Amor, Paz, Gozo, Gratitud… Cada pensamiento o sentimiento que no está en línea con esa verdad es simplemente mentira. 

Los sueños de los últimos dos o tres años han empezado a estar más enfocados en hacerme creer las cosas que están escritas en mi destino y no tanto en sanar mi alma. Algunos de estos sueños van más allá de ser simples sueños y se han convertido en invitaciones para creerme lo que el Espíritu me dice. A veces, el sueño viene con una impartición espiritual, otras veces, el sueño me permite ver cosas que posiblemente la lógica de mi mente consciente no me permitiría ver estando despierta. Y esto es precisamente lo que pasó con el sueño que os comentaba; vi que en el mundo espiritual hay unos bailarines que representan las coreografías de las vidas de cada persona y que con su danza redimen y transforman las malas decisiones para que al final cada persona llegue a ser todo lo que Dios diseñó que fuera. (quizás los bailarines fue la forma en la que Él me hizo entender el mensaje, puede que otras personas vean otras imágenes que les revelen el mensaje de que Dios redime todo, nada se pierde). 

He clasificado este sueño como sueño portal porque me ha permitido ver y experimentar algo que existe en otra realidad. Mientras estaba en el sueño, mi espíritu y mi alma estaban rebosantes de admiración, asombro y alegría ante un plan tan perfecto. Después caí al suelo bajo la presencia de Dios, dentro del propio sueño.

El concepto de la noche se está transformando en mi mente. Atrás ha quedado la idea de que al dormir estamos simplemente descansando. Dormir y soñar se están convirtiendo en aventuras espirituales, en encuentros con otros seres de otras dimensiones o esferas espirituales y con Dios mismo y en oportunidades para experimentar el inagotable fluir de Su creatividad y amor. Hoy más que nunca puedo afirmar que ¡nuestros espíritu no duerme!

Nos gustaría mucho

Poder ayudarte a interpretar tus sueños.
Escríbenos a: mandanostusueno@gmail.com
o rellena este pequeño formulario.