Morder una manzana y descubrir que el diente, que llevaba flojo unos cuantos días, ya no está en la encía nos ha pasado a la mayoría y no lo vivimos como algo traumático. Entonces, ¿por qué perder piezas dentales en un sueño se percibe como algo negativo? Y ¿cómo puede este sueño resultar en algo positivo para mi vida?

Perder un diente o una muela en la edad adulta es algo inesperado y que además se sale de los parámetros de lo que consideramos normal. Nos sorprende o asusta de la misma manera que lo haría soñar con un bebé que muestra una sonrisa llena de dientes. En vez de asustarnos, al ver estas imágenes debemos recordar la naturaleza simbólica de los sueños.

La carga emocional de los sueños nos dan pistas muy importantes a la hora de interpretarlos.

Cada persona puede percibir el mismo evento de forma diferente, por ejemplo, suspender un examen puede desatar angustia en una persona para la que el examen significaba un puesto de trabajo, o puede generar inseguridad en una persona que había puesto sus expectativas en sacar una buena nota, para otros puede crear miedo porque sabe que la consecuencia del suspenso va a ser una buena bronca de sus padres. Con los sueños se aplica la misma dinámica: un mismo hecho se puede percibir de múltiples formas y por eso hay que explorar bien las emociones vinculadas a cada imagen.

Para algunas personas perder los dientes genera angustia por la percepción de que los demás le van a ver imperfecto o feo. Esta situación incluso puede percibirse como algo humillante que te deja sintiéndote inferior. Sin duda este mensaje no viene de parte de Dios.

Para otras personas la pérdida de parte de su dentadura es un hecho interno, privado, al cual se enfrentan desde la reflexión. Es posible que estas personas se pregunten por qué ha pasado esto o si hubieran podido hacer algo para evitarlo, en ambos casos la emoción con la que perciben esta situación podría ser de culpa. Esta emoción tampoco concuerda con ningún mensaje que venga de parte de Dios.

Otros puede que al caérseles los dientes en un sueño sientan la angustia de no poder hacer nada para evitarlo e incluso el desconcierto por la incertidumbre de qué van a poder comer sin dientes. La falta de paz es otra emoción incompatible con los mensajes que vienen de parte de Dios.

Aquí puedes ver el video donde hablamos un poco mas sobre este tema.

¿Qué podemos hacer si tenemos un sueño de este tipo que nos deja con sensación de angustia, inferioridad o culpa? Es posible que nuestra primera reacción sea ignorarlos esperando así poder olvidarlos. Pero la carga emocional del sueño no nos va a facilitar esta opción. De hecho, las experiencias que vivimos en los sueños quedan grabadas en nuestro recuerdo con más intensidad en función de la fuerza de las emociones que experimentamos al soñarlo, tanto si son emociones negativas como si son positivas. Entonces, ¿cómo podemos deshacernos del mal sabor de boca que deja este tipo de sueño?

Como explicamos en nuestro vídeo, lo que podemos hacer es hablar del sueño con nuestro Padre. Podemos preguntarle si el sueño viene de su parte o si ha sido nuestra mente la que lo ha generado. Lo más probable es que responda que nunca ha estado o estará en su corazón la intención de hacernos sentir inferiores, humillados o culpables porque sus pensamientos para nosotros son de bien y no de mal. También puede que nos diga que su deseo es que su paz nos envuelva y reine en nuestros pensamientos, por eso nunca nos mandaría un mensaje para robarnos la paz. Esto no significa que Dios no nos mande sueños con mensajes para corregirnos porque estamos pensando o actuando de forma errónea. De hecho, Dios manda sueños que revelan problemas de nuestro corazón, pero sus mensajes siempre contienen esperanza. El Dios de toda esperanza nos llena de paz en medio de mensajes difíciles.

Puede que nuestra mente recuerde muchas cosas que Dios dice sobre nosotros porque nos hemos aprendido la teoría. Pero, ¿sabemos aplicar la teoría a la vida real? En nuestro próximo vídeo os vamos a hacer un ejercicio práctico para mostraros cómo buscar la paz de Dios tras un sueño que nos ha dejado angustiados.